Baterías que «beben» agua de mar, ¿propulsión sin límite para los robots submarinos?

Cuanto mayor es el radio de autonomía de un dron (robot aéreo), mayor es la cantidad de distintos tipos de misión que este puede llevar a cabo en los cielos. Ahora, la empresa Open Water Power (OWP), impulsada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, pretende mejorar grandemente el alcance de los vehículos submarinos no tripulados, ayudándoles a desempeñarse mejor en una serie de aplicaciones bajo el mar, gracias al ingenio del equipo de Ian Salmon McKay.

OWP, comprada hace poco por la empresa L3 Technologies, ha desarrollado un sistema de energía novedoso de aluminio-agua, que es más seguro y más duradero que otras alternativas, y que multiplica por diez el alcance de esos robots submarinos, en comparación con lo máximo que ofrecen las baterías tradicionales de iones de litio, utilizadas para las mismas aplicaciones.

El nuevo sistema de abastecimiento de energía podría hallar una amplia gama de usos, incluyendo ayudar a los robots subacuáticos a sumergirse a mayor profundidad, durante periodos más largos de tiempo, en las simas oceánicas para explorar pecios de barcos, para cartografiar el fondo del océano, y para efectuar investigaciones. También podrían ser utilizados para la búsqueda de petróleo a gran distancia en el mar y para varias aplicaciones militares.

La mayoría de robots subacuáticos usan baterías basadas en el litio, las cuales tienen varios problemas. Para empezar, se sabe que pueden incendiarse, así que las baterías para estos vehículos no se pueden enviar por vía aérea. Además, como su densidad de energía es bastante limitada, dependen de barcos, con el coste que ello implica, que los acompañen por la zona donde se muevan, recargándoles las baterías cuando es necesario. Y estas últimas necesitan estar encerradas en recipientes presurizados de metal que también son caros. En resumen, duran bastante poco y son inseguras.

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La batería de Open Water Power, que “bebe” agua marina para poder funcionar. Es más segura y barata, y multiplica por diez el rendimiento de las tradicionales baterías de iones de litio en los vehículos submarinos no tripulados. (Foto: Open Water Power)

En cambio, el sistema de energía de OWP es más seguro, más barato y más duradero. Consiste en aluminio aleado, un cátodo aleado con una combinación de elementos (principalmente níquel), y un electrolito alcalino que se encuentra situado entre los electrodos.

Cuando un robot submarino equipado con este sistema de energía es colocado en el océano, el agua marina se introduce en la batería, y se descompone en el cátodo en forma de aniones de hidróxido y gas hidrógeno. Los aniones de hidróxido interactúan con el ánodo de aluminio, creando hidróxido de aluminio y liberando electrones. Esos electrones regresan al cátodo, donando por el camino energía a un circuito y empezando nuevamente el ciclo. Tanto el hidróxido de aluminio como el gas hidrógeno son expulsados como residuo inocuo.

Los componentes son solo activados cuando se les inunda con agua. Cuando el ánodo de aluminio se corroe, puede ser reemplazado a bajo coste.

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not/24820/baterias-que-beben-agua-de-mar-propulsion-sin-limite-para-los-robots-submarinos-/

ESPAÑA: Agua salada como combustible, la revolución para el autoconsumo eléctrico

ESPAÑA: Agua salada como combustible, la revolución para el autoconsumo eléctrico

El Diario – Canarias Ahora / Agua y sal como combustible para generar electricidad. Así funciona la central iónica Volta, cuyo inventor, el grancanario Alberto Santana, espera que esté a la venta a partir de octubre. Se trata de un módulo iónico registrado en la  Oficina de Patentes Europeas y que se comercializará con tres modelos de 184, 368 y 735 MW de vida útil cada uno cuyos precios oscilarán desde 20.000 y 35.000 euros. Con estos generadores eléctricos, muy silenciosos y que ocupan 2,6 metros cuadrados, se podrán tener  7 kW por hora a un precio, incluyendo la amortización, de 5 céntimos de  euro por kW/h, mientras que sin amortización se situará en torno a los 0,02 euros por kW/h.

Según explica el creador, que destaca que ha sido certificado por Bureau Veritas, su generador eléctrico nació en el garaje de su casa, donde en los últimos dos años ha pasado varias madrugadas probando hasta lograr producir electricidad gracias a la cinética del agua pasando por un circuito cerrado compuesto por una serie de filtros y electrodos. En total, a pleno rendimiento, el agua salada puede servir para producir 168 kW por día, lo que asegura que daría para dar energía a una vivienda estándar con un consumo de 5 kW/h y además recargar un vehículo eléctrico, de forma que permitiría tener una electrolinera en la casa.

Tal como se recoge en la página web del producto , el módulo iónico genera electricidad a partir del principio de la electrólisis. Todo este proceso se desarrolla en el interior de las celdas, en una de las cuales se encuentra un ánodo de sacrificio donde se produce el proceso de corrosión y que es llamada celda generadora de electricidad. La particularidad de estas celdas es que permiten corregir la conducta de Tafel, principio por el que se rige la velocidad de las reacciones anódicas o catódicas de la electrólisis en la etapa de transferencia de carga, y que impediría por tanto el aprovechamiento de la energía generada en su interior a través de la corrosión gracias al empleo como medio único, del agua de mar o agua salina en proporciones del 0,4% por litro. De este modo, y de acuerdo a la Ley de Faraday, se logra en la celda generadora de electricidad un proceso de disolución más lento y controlado que al alcanzar una velocidad constante evita las caídas de tensión eléctrica propia de procesos electrolíticos.

ESPAÑA: Agua salada como combustible, la revolución para el autoconsumo eléctrico

Con Información de El Diario – Canarias Ahora

Fuente:  http://entornointeligente.com/articulo/10130927/ESPANA-Agua-salada-como-combustible-la-revolucion-para-el-autoconsumo-electrico

Agua de mar: el sorprendente ingrediente con el que estos chefs mejoran sus platos

¿Cocinar con agua de mar? Por sorprendente que parezca, se hace. Y el resultado culinario es estupendo. El hecho de utilizarla en la cocina no es nuevo. Desde la antigüedad los pescadores guardaban sus capturas en agua marina. Así se limpiaban y además se mantenían en perfectas condiciones. Y luego cocinaban los productos con el mismo líquido.

Cocinar con agua de mar

Son muchos los cocineros que echan mano de el agua de mar para cocinar. Tal es el caso de Ferrán Adriá. “En El Bulli la utilizábamos para elaborar platos tradicionales. Por ejemplo para hacer el fumet de pescado. Y es que el pescado sabe más a pescado, el marisco sabe más a marisco. Cualquier cosa que se cocine con agua de mar tiene más sabor”. Puede resultar curioso, pero también se utiliza para hacer pizzas. El Chef Mauro Palomba, en su restaurante londinense, elabora la base de la pizza con este líquido. “La forma de cocinar proviene de los pescadores italianos. La masa queda más suave y menos crujiente. Es más ligera y fácil de digerir”.

Y si se utiliza para la masa de la pizza, ¿funciona también a la hora de elaborar pan? Pues en efecto, según la asociación de Pequeños Panaderos Afines, PEPA. “Los panes quedan más bonitos, mejora nutricionalmente el pan y produce una corteza especial y exquisita” afirma Beatriz Echeverría, copropietaria del madrileño El Horno de Babette y miembro de la asociación. Para su elaboración se requiere entre 600 y 700 ml de agua de mar por cada kilo de harina.

La descongelación perfecta

Al parecer la mejor forma de descongelar los alimentos es dejándolos en un recipiente con agua de mar. Sobre todo si se trata de mariscos o pescados: el proceso es más rápido y le aporta minerales. Esto se debe a que la salinidad del agua de mar mantiene la temperatura estable, sin enfriarse. Si no queremos dejar el producto sumergido, podemos utilizar el ‘Papel de mar’ o toallitas empapadas en agua de mar. Además sirven para envolver el pescado o marisco y conservarlo en la nevera. Evita los consabidos olores y proporciona más tiempo para consumirlos frescos: hasta 3 o 4 días.

Según la Fundación Aquamaris, “Los vegetales saben distintos si se sazonan con agua de mar, en el caso de una ensalada cruda. Para ello se utiliza un rociador, a modo de salero. También se pueden limpiar las hojas de lechuga con agua de mar: la ensalada será más limpia y rica, sin necesidad de añadir sal”.

Cerveza elaborada con agua de mar

Er Boquerón es la primera cerveza del mundo con agua de mar. Se somete a un doble proceso de fermentación y se fabrica a base de cuatro elementos: el agua, la malta de cebada, la levadura y el lúpulo. ¿Y con qué podemos acompañar una cerveza? Pues con patatas fritas. Sí, también hechas con agua de mar. “Hacen que disfrutemos del auténtico sabor de las patatas y le dan una textura crujiente difícil de olvidar” afirma el fabricante del producto.

¿Qué cantidad de agua de mar utilizar?

No todos los alimentos reaccionan igual al contacto con el agua de mar. Por ejemplo los hidratos de carbono absorben más el sabor salado que las legumbres. Salvo que sea para cocer mariscos, conviene diluirla con agua dulce. A continuación mostramos unas proporciones orientativas:

Alimento Agua de mar Agua dulce
Mariscos 100% 0%
Pescados 35% 65%
Patatas 35% 65%
Vegetales 30% 70%
Pollo 25% 75%
Pasta 25% 75%
Arroz 20% 80%
Pulpo 50% 50%

Coger agua de mar

Lógicamente podemos coger nuestra propia agua, siempre que tomemos ciertas precauciones. Evita tomarla de:

  • playas muy frecuentadas
  • la orilla
  • los días de oleaje o mar revuelto
  • las desembocaduras de ríos

Basta con adentrarse unos metros: que el agua le llegue a los hombros. Después sumergir la botella a la altura de las rodillas, es decir, al menos a medio metro de profundidad. El mejor sitio es en mar abierto y costa rocosa. Conviene guardarla en sitio fresco y sin luz. Y mejor en recipiente de cristal.

Comprar agua de mar

Si no tienes opción de coger tu propia agua puedes adquirirla. Aunque su elaboración parezca sencilla, requiere un proceso concienzudo. Las extracciones se realizan a más de 70 metros de la costa y a una profundidad de entre tres y cuatro metros. Después se pasa por una máquina procesadora con diferentes filtros. Hay varias empresas que comercializan agua de mar. Estas son algunas de ellas:

Agua de mar